Dieta para fortalecer el sistema inmune en adultos mayores
11 junio 2020

Lo primero que se debe tener claro es que, por el momento, no existe un tratamiento nutricional específico frente al COVID-19. Sin embargo, la Academia Española de Nutrición y Dietética junto al Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas de España manifiestan que las dietas ricas en ingredientes antioxidantes consiguen reforzar nuestro sistema inmunitario y más en los adultos mayores.
- Mantenerse bien hidratados: La ingesta de líquidos en adultos debe ser de al menos 1,8 litros diarios. La leche y los zumos se consideran una buena fuente de hidratación. También los caldos, las infusiones y, por supuesto, el agua. Hay que garantizar esta ingesta incluso cuando no aparece la sensación de sed, algo frecuente en las personas mayores. Evita las bebidas azucaradas, las energéticas y el café.
- Frutas y hortalizas: La recomendación es que sean frescas y de temporada, sin ninguna excepción salvo las preferencias de quienes las consumen. Crudas, hervidas o asadas siempre mejor que fritas y en puré si de este modo resulta más sencillo digerirlas.
- Cereales y legumbres: Es preferible el cereal de grano entero (integral), excluyendo las opciones refinadas, procesadas o azucaradas. Por su parte, las legumbres son el complemento perfecto de verduras y hortalizas.
- Lácteos bajos en grasa: El gasto calórico se reduce en época de confinamiento y, por lo tanto, también debe hacerlo la ingesta de calorías. Sobre todo, los adultos deben optar por las alternativas desnatadas y naturales (sin azúcares añadidos), bien sean crudas o fermentadas.
- Carnes y pescados: los alimentos de origen animal deben estar presentes en la dieta siempre, pero con algunas restricciones. Hay que evitar las carnes grasas y los embutidos. La carne blanca o de ave, así como los pescados deben ser preparados a la plancha, al horno, guisadas o al vapor para conservar mejor sus nutrientes y evitar que se dispare la ingesta de calorías.
- Aceite de oliva, semillas y frutos secos: A pesar de que implican un importante aporte calórico en la dieta, son una estupenda fuente de minerales, vitaminas y antioxidantes. Hay que consumirlos con moderación y siempre en crudo. Ni fritos, ni salados, ni azucarados.
- Preparación en casa: Si te encargas de preparar tú el menú tienes un mayor control sobre lo que comes y cómo lo comes. Los alimentos precocinados tienen un alto contenido en sal y emplean técnicas de cocción que no siempre resultan saludables. Aprovecha el confinamiento para sacar a relucir tus aptitudes como chef y disfruta de los placeres de la buena cocina.
Por sí sola, una buena alimentación durante el envejecimiento no previene ni cura el coronavirus, pero proporcionará los mecanismos necesarios para que el organismo responda favorablemente ante un posible contagio.